Ambientada en la ciudad de
Copenhague de principios de siglo XX, con alguna que otra incursión en París,
la nueva película de Tom Hooper - El
discurso del rey (2010), Los
miserables (2012) – nos presenta la historia del primer transexual operado de
la historia. Tildado por los críticos de biopic “escasamente trasgresor”, el
director ha puesto en él todas sus bazas para cosechar oportunidades en la
próxima gala de los Oscar.
QUÉ CUENTA: Einar (Eddie Redmayne) y Gerda (Alicia Vikander) son una pareja de pintores de vida bohemia pero elitista. Todo cambia cuando Einar comienza a servirle a su esposa como modelo para sus pinturas. Algo en su interior le hace decidirse de que Einar debe desaparecer para dar lugar a quien ha sido verdaderamente toda la vida: Lili.
Hooper cuenta con tres películas
en su ya extensa filmografía que han sabido sacar partido del momento. Son
aquellas de calado más hollywoodiense y perfeccionista, aunque siempre con un
toque british, con un potencial
físico e interpretativo digno de galardones. La tercera en discordia, este
resumen biográfico de la pintora Lili Elbe, primera transexual en acudir al
bisturí, es una evidente declaración de intenciones. Su preciosismo
fotográfico, indumentario y actoral pide a gritos nominaciones como las que ya
le han caído: Mejor interpretación masculina (Redmayne), mejor actriz de
reparto (Vikander), mejor diseño de producción y mejor vestuario. Éstos dos
últimos son los que más posibilidades tienen. Sería la segunda oportunidad del
diseñador lanzaroteño Paco Delgado de llevarse el Oscar tras su nominación por Los Miserables.
¿Un Oscar sin Oscar?
No es que Redmayne no se merezca
una nueva estatuilla, pero todo apunta a que éste sea definitivamente el año de
“Leo” por El renacido (A. González
Iñárritu, 2015). Además, Redmayne ya consiguió el oro el año pasado por La teoría del todo (J. Marsh, 2014), con
su papel(-azo) de Stephen Hawking y sería poco probable que repitiese. Si eso
ocurriese, se convertiría en el tercer actor masculino de la historia premiado
durante dos años consecutivos junto con Spencer Tracey - Capitanes intrépidos (1937) y Forja
de hombres (1938) - y Tom Hanks – Philadelphia
(1993) y Forrest Gump (1994)-.
Redmayne como Einar/Lili es más
que acertado. Los comentarios entre el público son inevitables: “¡Qué guapa
está!”. Y es que el actor seduce con su modo de hacerse la raya del ojo, su sempiterna sonrisa y su imberbe carisma
tanto de hombre como de mujer, mientras que la labor de fotografía y diseño le
facilitan la plasmación de un personaje delicado, con inmensas motivaciones para
cambiar sus condiciones. Redmayne nos ofrece de nuevo un ejemplo de lucha
contra toda natura y el director lo ilustra con una disposición elegante de los
elementos. ¿Falla algo en su modo de representar el profundo conflicto interior
de su personaje? Recordemos que no es lo mismo interpretar a Stephen Hawking
que a un hombre de los años 20 con dudas sobre su identidad. A modo personal
apunto que la mentalidad de la época me parece notablemente retratada en las
aspiraciones del protagonista.
El sello Hooper
Los primerísimos primeros planos
que tanto desconcertaron en Los
Miserables parecen haberse corregido ligeramente en La chica danesa. Pese a ello, sigue triunfando la concentración de
la cámara en los rostros de sus protagonistas, incluso desplazados de la
centralidad del plano, la escenografía hiper estudiada, las atmósferas frías y
escasas de ornamentación y un guión flojo. Hooper ya ha asentado su marca de la
casa cayendo en el recurso de la llamativa composición y la relegación del peso del
guión a un segundo plano.
Detrás de todo hombre…
Si algo se echa de menos en este
biopic es la falta de personajes secundarios potentes. Vikander debería ser, de
lejos, considerada personaje principal de la historia a la hora de las nominaciones, así como lo era Felicity
Jones en La teoría del todo, pues en
ella recae toda la atención y sufrimiento de una relación quebrada. Alicia
Vikander deslumbra gracias a papeles como este o el de Ex Machina (A. Garland, 2015); y no es de extrañar que en los
próximos años tenga la agenda repleta de proyectos: la nueva película de
Bourne, La luz entre océanos (D.
Cianfrance, 2016), junto a Michael Fassbender, o Tulip Fever (J. Chadwick, 2016), junto a Christoph
Waltz.
El resto de actores secundarios
pasan casi inadvertidos. Entre ellos encontramos a Amber Heard o Ben Wishaw.
Quizás por ello la trama pueda recaer en algún punto de aburrimiento del cual
es capaz de resurgir sin demasiada complicación.
Te gustará si…
-
Te gustan los biopics “ligeros de equipaje”:
guión sencillo y puesta en escena valorable.
-
Te interesa conocer los orígenes de los cambios
de sexo.
-
No esperas un tratado profundo sobre la
transexualidad.
¿Crees que La chica danesa está preparada para los Oscars? ¿Merece Eddie
Redmayne el premio al Mejor Actor por segundo año consecutivo?
Imágenes de Focus Features