Un impulso nostálgico es lo que ha
llevado al sueco David Sandberg a producir este mediometraje de historia
imposible. No lo verán en las pantallas de cine, tan sólo en el portal de
vídeos más conocido de Internet. Pero no lo desestimen. Su potencial viral ha
roto esquemas incluso en festivales de cines. ¿Será que echamos de menos las
pelis de coches fantásticos y la moda kinki?
QUÉ CUENTA: Kung Fury (Sandberg) es un policía de Miami con superpoderes para el kung fu. Es el único que conoce una modalidad letal del arte marcial, y Hitler – o Kung Führer-, desde los años 40, desea robarle su poder.
No apta para todos los públicos,
tan sólo para aquellos que disfruten con las parodias más impredecibles sacadas
de un videojuego vintage. Peleas bidimensionales, El coche fantástico, las máquinas de arcade, nazis, dioses vikingos
y vikingas con metralletas… todo cabe en media hora de metraje online hasta complacer
a aquellos que crecieron en la década de los 80.
Pero mejor aún que la ficción, es
la historia de la propia producción. Con un primer tráiler rodado, la propuesta
de la obra se subió a una web de crowdfunding, donde aparecieron más “mecenas”
de los deseados en un comienzo, haciendo del proyecto un enorme éxito sin
apenas existir. Con la financiación obtenida, y a pocos números de poder
permitirse realizar un largometraje, Sandberg se dispuso a rodar casi la
totalidad de la película con una pantalla verde en una oficina de Estocolmo. Con
ella pudo recrear las calles de Miami, la Alemania nazi de después de la
II Guerra Mundial o las montañas en la era
vikinga. Una vez terminada la película, fue seleccionada en la sección “Quincena
de los realizadores” del Festival de Cannes de este año, y los críticos más
entusiastas la han alabado con piropos insuperables.
Si de algo peca esta inusual opera prima de Sandberg es de tomarse poco en serio a sí misma. La parodia tiene una potente y clara intención que no debería desaparecer en un guión que se va deshaciendo en las manos conforme avanza su metraje. No puede negarse la originalidad del cóctel visual aquí preparado, pues se degusta con un acertado “bizarrismo” y sentido de lo imposible, desafiando toda clase de género fantástico. Sin embargo su propia locura termina convirtiéndose en su peor enemigo, y su final deja un regusto a posible segunda parte que inquieta más que ilusiona.
El tema True Survivor de su banda sonora, interpretada por el icónico David
Hasselhoff es casi tan genial como la idea original del mediometraje:
Te gustará si…
-
Te gusta sentirte identificado con una época en
concreta que viviste.
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Eres un friki de las rarezas que ofrece YouTube.
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Apoyaste el proyecto en Kickstarter.
Si aún no has visto el
mediometraje, lo puedes ver aquí en español.