jueves, 22 de enero de 2015

La teoría del todo

  James Marsh, el director de Man on wire (2008), la cual se llevó el Oscar al Mejor Documental,  ve cómo su nuevo drama, basado en el libro de la ex esposa de Stephen Hawking, vuelve a tener posibilidades en la próxima gala de la estatuilla. Además del premio a Mejor Película, sus actores principales también podrían optar al hombrecillo dorado. No los pierdan de vista.


  QUÉ CUENTA: Hacia el infinito es el libro que Jane Hawking, esposa de Stephen Hawking durante 25 años, escribió para retratar su día a día conviviendo con su marido y su enfermedad. La película adapta sus memorias desde el momento en el que a Stephen (Eddie Remayne) le es detectada la enfermedad degenerativa hasta su divorcio.

  Amor, dedicación y la eterna disputa entre ciencia y fe. En el cuerpo de uno de los astrofísicos contemporáneos más extraordinarios se gestaba lo que hoy conocemos como ELA (esclerosis lateral amiotrófica). Desconocemos si este hecho le hizo desconfiar aún más de las Sagradas Escrituras, pero desde luego era capaz de llegar a comprender la física mucho mejor. Al contrario que la anglicana mujer con la que estuvo casado gran parte de su vida y con la que tuvo tres hijos, quien obedecía a su propia fe y le daba fuerzas para continuar sosteniendo a la familia.

  Es una historia compartida entre dos protagonistas, pero predominada por la narración descriptiva de la vida familiar de un hombre postrado en una silla de ruedas. El punto de vista de Jane Hawking (Felicity Jones) es relevante durante toda la narración. Posiciona al espectador y es presentada como un ser auténticamente bello: albergante de amor, paciencia y positivismo. Pero cuando uno termina de ver La teoría del todo tiene la sensación de haberse perdido algo, aparte de la comprensión de las teorías científicas que se exponen en la película. Desconocemos los hechos reales, pero teniendo en cuenta que éste, al fin y al cabo, no es más que otro producto con el que entretener a los espectadores, se echa en falta el golpe de efecto que provoque su triunfo total. Podría tratarse de una tv movie si no fuese por las escenas más artísticas incrustadas que justifican un visionado cinematográfico.


  De cualquiera de las maneras, la interpretación de Redmayne y Jones es inmejorable. No dudemos que a ambos les esperan unas carreras brillantes, pero es él quien brilla con luz propia en esta obra. Quien hiciese de Marcus en Los miserables (T. Hooper, 2012) nos deleita con sus muecas ortopédicas y una particular entonación que denota la característica inteligencia y humor del astrofísico, hasta el punto de asimilarlo como el Hawking real y bendecir las proyecciones en versión original por parte del espectador. Felicity Jones, vista en La mujer invisible (R. Fiennes, 2013) o la última entrega de The Amazing Spider-Man (M. Webb, 2014), probablemente tiene la cara más dulce y angelical de toda Inglaterra. Quizás por ello dé la sensación de que el departamento de maquillaje tarda en echarle años y arrugas a una Jane maltratada por su situación doméstica conforme pasan los años. Genial la degradación moral de su personaje.

  Con todo, tenemos ante nosotros un drama preciosista, rico en detalles psicológicos y escaso en palabras, que hará las delicias de todo amante de las biografías y que merece ser premiado por sus interpretaciones. Una película que en definitiva, deja en segundo plano el aporte intelectual de Stephen al mundo para dejar patente quién es su verdadero amor.

  Te gustará si…

-          Te gustó Una mente maravillosa (R. Howard, 2001)
-          No esperas una narración de la vida completa de Stephen Hawking.
-          Te gustan las historias de superación. Hawking es todo un superviviente.


Imágenes de La teoría del todo