viernes, 2 de enero de 2015

Shevernatze, una epopeya marcha atrás

¿Cuántas veces nos hemos puesto los “extras” de un DVD y nos hemos quedado absortos de todo el esfuerzo que lleva consigo una película? Todo ese trabajo, se multiplica al contar con un presupuesto mínimo. Con la road movie Shevernatze, casi podríamos confirmar que la historia que hay detrás de ella supera con creces su ficción. Y eso también es lo mágico del cine.

Entrevista a Pablo Palazón, director de Shevernatze, después de la crítica.


QUÉ CUENTA: Jonás (Jesús Noguero) está obsesionado con batir un récord Guinness. Se le ha ocurrido hacer un viaje en coche Madrid-Ávila marcha atrás, con tal de impresionar a su exnovia María (Melani Olivares). Por el camino encontrará varios contratiempos, pero un extraño hombre mayor que recoge en una cuneta le animará a seguir con su propósito.

Shevernatze es indie de cabo a rabo. Desde su preproducción hasta su distribución, la cinta ha prescindido de subvenciones demostrando lo que la historia de Jonás defiende: todo es posible. Nadar a contracorriente, o como en este caso, circular marcha atrás supone un esfuerzo titánico cuya recompensa final deja el regustillo del éxito bien merecido. En el film nada es demasiado lógico excepto las señales. Esos impulsos, casualidades de la vida o “llámenlo X” que embriagan nuestro inconsciente y nos llevan a realizar acciones para los que siempre estuvimos destinados. El viaje de Jonás, o esta película, no tienen mayor explicación más que la simple demostración del triunfo del minoritario.

Desde el primer minuto se entiende que la película roza el gamberrismo en una historia asfaltada con mucha comedia y tramas secundarias entretejidas. Destacan en su interpretación el trío protagonista formado por Jesús Noguero – visto en diversas series y últimamente en la TV movie El Rey (N. López Amado, 2014), Melani Olivares – Paz en la serie Aída (N. G. Velilla, 2005)-  y Saturnino García, ganador del Goya al Mejor Actor Revelación en 1994 por Justino, un asesino de la tercera edad (S. Aguilar Alvear, L. Guridi). Y amenizan el trayecto un Roberto Álamo pre-Águila Roja (D. Écija, E. Pozuelo, 2009) y un cameo de Eduardo Gómez, siempre dispuesto a sacar de la situación su más astuta vis cómica.



El director planifica la acción in crescendo, derivando todas los afluentes que terminan juntándose en el interior de un coche surrealista, poblado por pasajeros peligrosos, pervertidos, fracasados y esperanzados. Un cóctel a punto de estallar en manos de un hombre que sólo tenía la intención de seguir el que creía que era su destino.

Con sus aciertos y sus limitaciones técnicas, Shevernatze es un impulso fílmico. Una producción pasional, que, sin medios económicos, ha demostrado que yendo al revés del mundo también se puede avanzar.

Te gustará si…

-          Pensabas que la road movie era un género olvidado en España.
-          Disfrutas con la comedia de situaciones surrealistas.
-          Eres adicto al olor del pegamento.

Imágenes de Shevernatze, una epopeya marcha atrás




Entrevista a Pablo Palazón, director de Shevernatze



-     Esta es una historia sobre impulsos, sobre dejar al corazón que decida. ¿Cómo es posible que a partir de una palabra se cree toda una película?

Shevernatze es como un mantra o simplemente un grito de guerra para nuestro protagonista. El origen de la palabra, como se explica en la peli, es una psicofonía. Para seguir un impulso, se necesita ese tipo de palabras, tipo "Banzai" para un kamikaze. 

-     La historia tiene tres vertientes paralelas que acaban encontrándose. ¿Fue complicado organizar cada historia a nivel narrativo?

Si, la estructura del guión fue complicadita, sobre todo teniendo en cuanta que era el primero que escribía con mi amigo Carlos Yuste. Lo peor de todo es que a falta de dos semanas para rodar hubo que reescribirlo improvisadamente para abaratarlo.

-    ¿Cuántas noches conforman una noche en Shevernatze? ¿Qué complicaciones tiene rodar con poca luz?

El rodaje duró 4 semanas. Nunca nos imaginamos lo duro que sería rodar por las noches. Era duro porque duraban poco y rodabas contra reloj sabiendo que en cuanto el sol aparecía, no había forma de rodar un plano más.



-     Sabemos que la financiación fue uno de las principales trabas que tuvisteis, pero también dicen que la escasez de recursos agudiza el ingenio. ¿Cómo os las arreglasteis?

2004, año del rodaje, fue uno de los últimos años donde rodar sin dinero era casi imposible. Un año o dos  más tarde salieron las primeras 5D, el HD se puso a tiro... Nos las arreglamos malamente, había que improvisar mucho.

-     Háblanos un poco del reparto. ¿Cómo es trabajar con Jesús, Saturnino y Melani? ¿Esperabais su grado de integración en una película tan independiente?

Los actores estuvieron fabulosos, nunca se quejaron de las dificultades, fueron grandes profesionales y grandes personas.

-     Mediterrània Audiovisual y Spaguettis vamos a sortear una copia de Shevernatze entre nuestros seguidores. ¿Qué te gustaría decir a la persona que reciba el premio?

Que tiene entre manos una peli muy distinta a las habituales, una rareza que espero les haga reír.

Enlace del concurso aquí.