martes, 13 de enero de 2015

The imitation game (Descifrando Enigma)

Benedict Cumberbatch, el actor inglés de moda, nos sorprende esta vez con el biopic de Alan Turing, el que fuera por mucho tiempo un héroe de la Segunda Guerra Mundial bajo secreto de Estado. La historia sobre su hazaña suena como una de las posibles candidatas a llevarse el Oscar.


  QUÉ CUENTA: El matemático Alan Turing (Benedict Cumberbatch) es arrestado en 1952 por comportamiento indecente. En una entrevista con el teniente de policía, cuenta cómo consiguió quebrar el código Enigma de los alemanes y acortar así la Segunda Guerra Mundial. 

Las películas basadas en hechos reales parecen ser la debilidad de la Academia. Prueba de ello han sido las últimas Mejores Películas: El discurso del rey (T. Hooper, 2010), Argo (B. Affleck, 2012) y 12 años de esclavitud (S. McQueen, 2013). Todas ellas forman parte de la historia británica o estadounidense, y The imitation game parece encajar muy bien en este nuevo canon de historias de sucesos injustos y protagonistas trascendentales.

Si algo tiene de particular The imitation game, más allá de la sorprendente vida de Alan Turing, es la habilidosa interpretación del mismo en manos de Cumberbatch. El “Sherlock” más moderno y british de la televisión sabe cómo descifrar en los espectadores esa atracción por las mentes misteriosas, inteligentes y escasamente funcionales en la vida social. Si lo pensamos bien, el matemático Turing no es más que otro Sherlock al servicio de Churchill, tan visionario y provocador como el personaje de Arthur Conan Doyle, pero menos asexual y con mayor tendencia por el género masculino. Sea como sea, Cumberbatch, aunque comienza a encasillarse, se ajusta a la perfección en este croquis mental y bélico.

Hablando de encasillados, también es agradable encontrar a un siempre altivo Charles Dance, Tywin Lannister en la serie Juego de tronos (D. Benioff y D.B. Weiss, 2011), y una dulce y segura de sí misma Keira Knightley. La sorpresa actoral de esta obra es la del pequeño Alex Lawther, quien da vida a Turing en su época adolescente y que es clave en la narración de su vida.

Pero lo verdaderamente apasionante del film es el juego entre la verdad y la mentira planteada a raíz de la contratación de Turing por el Estado británico. La crispación propia de la época bélica, la vida personal y el servicio al país. Todo se entremezcla bajo la amenaza del “estás conmigo o contra mí” en un momento histórico en el que ser homosexual ya era una provocación. La verdadera guerra para Turing comenzó cuando terminó la Segunda Guerra Mundial.


Morten Tyldum, el director del biopic basado en la biografía que Andrew Hodges escribió bajo el título El enigma, acierta con una sucesión de los hechos intercalada con el joven Turing que comenzaba a experimentar el primer amor por los hombres y por las matemáticas. Se nos presenta un hombre en su entereza, que no podría existir sin todas las partes que lo conforman. Solo por ello merece la pena echar un ojo a tal aferración de la humanidad, ejemplificada en un héroe del siglo XX.

Te gustará si…

-          Te gustó Argo.
-          Te gustan los crucigramas y los pasatiempos mentales.
-          Te interesa aprender sobre una de las grandes injustitas de la Historia.

Imágenes de The imitation game